Caminamos a oscuras
en el fuego…
José Emilio Pacheco (Altas horas)
Treinta días pasan en un parpadeo.
Cuaranta y cuatro años lo hacen mas lento.
No lo suficiente para conseguir una distancia generacional o estilística.
La polilla va al fuego como cualquiera de nosotros pero claro, sus tiempos son otros.
El disco uno, contiene siete invocaciones:
A la voz, a los espejismos y las realidades, al poder y las decisiones, al choque y la dispersión, al reconocimiento, a la celebración y una vuelta final a la voz.
Keith Jarrett toca el saxo soprano y el órgano de tubos de la abadía benedictina de Ottobeuren, en Baviera.
La sorpresa al escucharlo fue descomunal; y lo recomiendo encarecidamente.

En el disco dos vuelve al tradicional Steinway; y Jarret vuelve a demostrar, que es un artista interminable, por haber atravesado el jazz, la fusión y la música clásica, valiéndose de una voz propia e inconfundible.
Grabado entre noviembre de 1979 (The moth and the flame) y octubre de 1980 (Invocations); cuesta mucho trabajo mental elegir entre los temas para «iluminar» este paseo.
Cada nota sale del alma a tomar aire antes de morir.
Y cada nota es la última porque es única.
Como la polilla…