Alma

Alma
Egberto Gismonti
Carmo 1993

Un músico que lo arrastra todo. El sonido del alma verde a veces, otras color vino, inexplicable pero audible en la mirada, de vuelta a casa, a todo cuanto alumbra.

Alma es uno de sus mejores discos. Un disco inmortal. Un disco para la hora de respirarlo todo cuando las palabras se deshacen sobre la tierra.

Personal

Egberto Gismonti – piano
Nando Carneiro – sintetizadores

El primer track: Baião Malandro, grabado con un piano Steinway en la sala Cecilia Meireles de Río de Janeiro en 1987, es una fiesta de fuegos artificiales. Las notas quedan resonando y los ecos se mezclan echando humo y polvo. Carneiro acompaña muy suave con una especie de acordeón o armónica sintetizados y todo es estallido con ilusiones adentro.

Después Palhaço, un clásico de Gismonti tocado con el magnífico Steinway y la tenue cortina de Carneiro que en la grabación del álbum Circense, es el sonido de niños y risas. Grabado en el Dreshsler Studio por Otto Dreshsler en 1987, otra joya.

Los seis tracks que sigen también fueron grabados en los estudios Dreshsler y con el mismo Steinway:

Loro: Una discordia arrítimica muy pensativa. Un tambor dentro de las palabras.

Maracatú: Selvático y lírico. Una historia escrita en un muro. Quizá pasamos alguna vez por allí y no reparamos en ella.

Karatè: El reverso de la moneda de Loro. Abre y cierra un abanico de cosas maravillosas.

Agua & Vinho: Una canción increíble. El alma se huele un poco más fuerte.

Frevo: Todo Pernambuco, nordeste de Brasil, derivado de la marcha y del maxixé. Al Di Meola, John McLaughlin y Paco de Lucía no lo dejaron pasar por alto.

Cigana: Introspección y sensibilidad extremas. Dijes del alma.