Tomasz Stanko Quintet
Dark Eyes
ECM – 2009
A los que -como mi amigo el Gato- consideran que no se puede dejar de escuchar a descomunal trompetista polaco, dedico este post.
Inquietante, como los ojos de Martha Hirsch, con quienes Stanko se topó alguna vez, y no pudo olvidar, o disiparon algún recuerdo asociado a su vida.
Volvamos al disco.
No encuentro mejor definición que inquietante. Porque inquieta su hechura perfecta y su nocturnidad arrastra la frescura que nos distrae de los árboles y mueve las cortinas.
Oskar Kokoschka fue un pintor expresionista austriaco, que en 1909 pintó unos ojos tremendos, alejados de toda especulación, transmisores de un dolor y una vulnerabilidad asociables a una extraña dureza.

El inicio es muy hermoso, porque logra aunar la négligé despojada con un molde rígido; logrando una redondez única (So Nice).
«Terminal 7» parece dedicado al Gato, cuando recuerdo que el eligió -al postear «Suspended Night»- la «Variation VII», mientras nos hablaba de una luna rosa recortada sobre nubes nocturnas azules brumosas empecinadas.
Y a «The Dark Eyes Of Martha Hirsch», recomiendo escucharlo mirando el retrato de Oskar Kokoschka «Martha Hirsch (Dreaming woman)», porque el resultado puede ser deliciosamente devastador, además de todo lo que toca Stanko.
Un quinteto sorprendente, sin fisuras.
Dos menciones especiales: Jakob Bro, guitarrista verdaderamene prodigioso y Olavi Louhivuori, un coloso.
Con «Grand Central», el cotidiano ajetreo de la gran ciudad, el vértigo del hombre que mira correr a todos los hombres y la pausa. El piano de Alexi Tuomarila nos conversa largo y tendido de todo eso.
Personal
Tomasz Stanko – trompeta
Alexi Tuomarila – piano
Jakob Bro – guitarra
Anders Christiansen – bajo
Olavi Louhivuori – batería
Y después llega «Amsterdam Avenue», un contrapunto deshilachado entre trompeta y bajo con piano al unísono. Y el mejor clima posible. Algo nublado.
También una solemne introducción a la memoria de Jobim, con una «Samba Nova» que irrumpe fresca como caricia de melao jugoso, para todos nosotros.
Y una canción fúnebre por Europa, con aires ravelianos. Impresionante.
Y una delicatessen «May sun», sin Stanko pero con él.
Y una «Last song» que nos intimida y nos hace sonreir.
Dejo en el repro de la lista de tracks, «Terminal 7» y «May Sun» dedicados a mi amigo del alma:
El gato de Alvaro de Campos, todo misterio.
