De pibe tocaba el acordeón, el cello y el violín.
Gil Evans, Mel Lewis, Stan Gets, Dexter Gordon y Art Blakey acompañaron al joven Stanley en los inicios de los ’70s y se sorprendieron por su talento.
La gran fama le llegó de la mano de Chick Corea y el Return To Forever y bueno, después vendrían el rock, el funk, el jazz, la musica disco, el soul, junto a músicos de la talla de George Duke, Al Di Meola, Joe Farrel, Airto Moreira y Flora Purim.
Como dijo Marisco en «Stanley toca para nosotros»; Clarke es un animal inclasificable de la música, ingobernable a la hora de atravesar estilos.
A todos los aborda de manera genial, revigorizando sus notas distintivas y sin traicionar su escencia.

En 1999 junto a Lenny White -baterista de «Return to forever»- formó la banda Vertú; dream team completado por el guitarrista Richie Kotzen, la pianista Rachel Carmel Nicolazzo -más conocida como Rachel Z- y la impresionante Karen Briggs.
Pero como ocurre con los mejores sueños, este proyecto duró muy poco, duró un solo disco.

Stanley Clarke – bajo
Lenny White – batería
Karen Briggs – violín
Rachel Z – teclados
Richie Kotzen – guitarra

Siempre es una fiesta escuchar a Stanley Clarke, un virtuoso rodeado por cuatro animales de la música; compositores e intérpretes que hacen magia para inventar esta banda y álbum imprescindibles, una perla negra, un sueño de primavera.